sábado, 29 de agosto de 2009

Señora del llano al llanto

Ofelia Medina, Señora del escenario, Ollin Kan, DF, Agosto lluvioso del 2009



Al filo de una raíz que es historia
como al estallido de un vuelo zentontle
bajo las sombras que no son sombras
ceiba nocturna, pasosviento
remolinoquimera
una mujer llamada Ofelia
caminó y desnudó garganta
las vocesmujerpalabra más hermosas de una noche lluviosa
bajo las candilejas de un escenario
que hace esquina con la estación del desaparecido tranvía
en las calles verdespiedra
del antiguo pueblo de Tlalpan.

Empuñada la izquierda
esa noche nos arrancó los corazones
a punto de tequila,
palabras y acto.

Salve Ofelia!

sábado, 15 de agosto de 2009

Para las que tienen alas






También somos las que no vemos



La lluvia escampa
y la noche amanece...

y desde ahí desde la humanidad que todos somos
surge una voz que se resiste cansada de resistir...
y levanta la voz
sustantiva
engendra
él, ella, los, las que somos
voz comuna,
voz palabra,
voz nombre
voz mujer
para resistirse en el nombre de todos
a los hombres con piel de cordero,
a las mujeres consigna de cuerpo materno
a la boca del lobo que se esconde tras el miedo.

La resistencia surge de los confines más humanos,
del hartazgo mismo de resistir inexistentes,
anónimas,
paradigmas funcionales de un sistema sexista
que se sirve de nosotros como carne de cañón.

Los murmullos de la humanidad trémula,
los cuerpos sometidos por el pecado original,
el miedo, las costumbres,
los hábitos, las sotanas
Emergen
se hacen voz en la garganta.
Casi silenciosas al principio,
Casi dichas en voz baja.

A veces da miedo pensar…
Hablar tiene una aparente desventaja.

Hablar desnuda, delata.

Muchas veces,
las voces se oyen calladas tras las puertas,
casi oscuras,
angustiadas,
dichas al oído de la madre, la amiga, la hermana, una vecina de confianza.

El silencio tiene un costo,
un hálito teñido de rojo dolor.

¡Y no más! ¡Basta!
¡Levantamos la voz!

Y desde ahí desde la humanidad que todas somos
surge un mar de voces que se resisten

cansadas de resistir...








La No poesía en la


Casa Mota, Querétaro.


Sobre la autonomía reproductiva de la mujer
Sesión de puntos constitucionales
Congreso del Estado
Agosto 13, 2009

domingo, 9 de agosto de 2009

Teorema

Gante, DF. Pasos más, pasos menos. 2008 Lucas Matus




November 27, 2007




El hombre de blanco me miró con insistencia de arriba abajo, sacó un aparato plateado de un estuche negro, oprimió un botón y disparó sobre mí una luz negra.
Sin previo aviso, me tapó un ojo, después el otro, y se metió en mi cerebro a buscar no sé qué cosas.
¡Imsomnia! dije yo ¡Amnesia! dijo él.

María se cansó de buscarme. Yo me cansé de buscar la palabra precisa.

Ando tras de mis pasos 1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,89... Nueve eterno.
Por eso, prefiero el juego de los adoquines, las baldosas, los mosaicos, los azulejos, los caminos.
El albañil supone que es el azar o las dimensiones arbitrarias de la superficie a cubrir, pero yo sé, que hay un destino predeterminado.
Cansado de tanto caminar, me senté a la vera de un jardín a reposar el futuro que camina por delante de nosotros.
Después de mirar con curiosidad algunos de los arbustos cercanos a mi banca, un niño preguntó a su padre el significado espiral de los pétalos, las hojas y las espinas sobre los tallos de las plantas, el padre dijo, no importa ¡córtala!
Filotaxia… dije yo.
¡Está loco! dijo él, y lo haló de una mano alejándose de ahí.

¿Y María? Ya no recuerdo bien su rastro, sólo sus gestos y su mirada despidiéndose. Ella, era como la sierpe que se muerde la cola, matriz de todos mis amaneceres y musa novena en el silencio místico de las noches eternas.
Ma rí a…

Hace tiempo que veo a algunas personas acercarse a esas cajas sobre los pedestales donde dice teléfono y hablar solos, hablar a solas.

Tengo curiosidad por lo que hacen, es un ritual extraño.
Hace horas que llegó el ocaso, las calles están vacías, se respira un aire raro como el de aquellas noches místicas.
En la esquina, está sola una caja sobre su pedestal, es momento de saber la verdad.
¡Lo sabía! Dentro ¡Hay una maquina con números en filas!
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Uno, dos, tres;
seis y tres, ¡Nueve! Claro… Tres, seis, ¡Nueve!
¡Ja!
Y dicen que estoy loco… ¡Perdónalos Jonás, no saben lo que dicen!
¡Fibonacci yo te invoco en cada digitación! 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89


-¡Alo! Deposite dos monedas, ésta es una grabación…

¿María?

martes, 4 de agosto de 2009

Retruécanos Batman !!!

Desde el escepticismo temporal
Julio último, 20..
Miraflores, Mx





A modo del antiguo correo,
con todo y sello postal

Bruja Escaldufa:

Ah!
No pos sí,
primero lo primero… [palíndromo cercano]…
ugh…cerca la bala…
eso que ni que… {palíndromo imperfecto}…
Time is time…
No pos no…
o ¿sí?

No sé qué decir de ese mal de la modernidad… El tiempo…
será porque soy más guevón
o porque el tiempo tiene un nombre que suena a olvido,
o porque detesto los grilletes en las muñecas,
los aniversarios luctuosos,
los primero de Enero,
sumar de 12 en 12 o pensar en 24,
las revisiones indignas en terminales y aeropuertos
y las carreras por pasillos y escaleras para chequear on time,
los horarios de oficina,
lo finito de las hojas, las flores, los besos y los tragos de cantina,
las promesas horarias,
las casas amarillas que no están a veinte pasos del palo de mango.
También detesto
las manecillas persiguiéndose absurdas
una tras de otra la cola.

¡Maledetto tempo inalcanzable!

- ¿Piensa lo que digo? O ¿digo lo que piensa? -
Pensó en voz alta el remitente.
- ¿Hay que nacer para morir? o ¿Hay que morir para nacer?-
Dijo William desde una esquina del sofá después de dar una profunda bocanada a su cigarrillo y quedarse mirando al infinito.
-¿Retruécanos?- Preguntó Batman como si no hubiera escuchado correctamente.
El viento movió las cortinas con un poco de pereza (No tenía ganas de pelear).
Los hilillos de humo del tabaco ascendiendo hacia el cielo raso, tampoco se dieron por aludidos.
- ¡Gracias Mr. Shakespeare por sembrar la duda con tanto desparpajo!-
Rezongó una voz que salía de la panza de una caja de tiempo sin poleas.
- Tic tac – Agregó Clepsidra con cara de larga data.
- ¡Ja! ¡Las cosas son como son! - dijo Pleonasmo sentado a horcajadas en la orilla de la obviedad.
- Y si no… - Aguzó la aguja


¡Tiempo al tiempo! …