sábado, 29 de enero de 2011

Sobre la antología de poesía "Allí Donde suenan las trompetas"


Paco Pacheco, Andrés Cisneros... y Lucas Matus haciéndolo al cuento

Texto pa la presenta del libro “Allí donde suenan las trompetas”
Antología realizada por Sergio García Díaz y otros nueve autores.


Hablar sobre un libro siempre implica una mínima responsabilidad, leerlo…
Escribir sobre lo escrito es aún más complicado.

Lo hago con la vergüenza del hombre sin camisa, del caminante devorador de titulares de las malas noticias nuestras de cada día, del despistado que espera reconvertir las hojas de papel periódico impresas con sangre por la hipocresía social y la brutalidad de nuestros días, en objetos que no nos ofendan tanto la vista: un sombrero, un libro o un barquito de papel; pero lo hago también, con la impudicia de las puertas de cantina, batiendo los rescoldos del café a la media noche con el afán del lector obsesivo, del comeletras…

El tiempo transcurre entre la estación del metro Pantitlán y avenida Sor Juana,
- Antes de la esquina por favor…
La micro se detiene fugaz en las esquinas,
da el laminazo,
se escurre una vez más,
son circuitos de ida y vuelta,
el chófer y la qué buena.
Dormitar,
ver a los de enfrente,
inevitable,
tus historias y tus espejos,
tú repetido...

Cayendo la noche en Nezayork, las ninfas cobran vida en las esquinas, las calles se convierten en cantinas, el chemo rifa,
las sombras pueden ser peligrosas,
sin embargo, no puedes mirarlas de lejos, caminan contigo.

Así, en las hojas de este libro hay un olor a desesperanza, a pasos con destino avasallado muy cercanos a hundirse en el fango de la nostalgia, no es el estómago el que sangra, es el corazón convertido en tinta y en carbón, en línea discontinua, emociones prolongadas en poesía.
En sus líneas, hay una sensación de calles creciendo ineludibles, reptantes, devastadoras, de sangre que se desata, de recuerdos arrancados a pedazos.
No sé,
leyendo este libro habría que preguntarse cuanto la geografía Neziana (palabra cuya raíz puede ser Neza, pero también puede ser necedad) se impone al apelativo del Bukowsky (porque en este país hay que ser muy necio pa Escribir y sobrevivir de lo escribido), cuantos se desgarran a sí mismos pa rescatarse y volverse a lanzar al propio infierno, al abismo, a la palabra, al veneno diluido, cianuro de escribir, azul casi morado, a las correcciones sugerencias del tutor.
¡A las ganas escribirlo así,
porqué así les dió la gana!

Perderse en la lectura, es un acto mágico, es la suplantación del tiempo y el espacio, es, hasta un acto vouyerista; en el caso del libro, es un asomarse impune a las emociones de los otros, los poetas

La noche transcurre oscura, luna creciente, camino de retorno a casa, otra vez… again, again, again…

Te bajas Allí donde suenan las trompetas, y enseguidita, enseguidita, te encuentras al Sergio GarcíaDíaz, que se da el timing del gourmet pa servirte un bufet de poemas largos, atreviendo el nombre, el propio y el de los demás, los cómplices, autores intelectuales, nueve navegantes que hacen escala en la casa del poeta las dos Fridas, lugar de reconocida filiación Bukowskyana, afincada entre la biblioteca y el taller, nomás faltaba que también la calle se llamara así.

Ninguno acaba de llegar (a la poesía). Y Sergio así lo reconoce, por ello, se atrevió a naufragar de esa forma, nos dice en la introducción. Se armaron de valor y de palabras los bardos navegantes, soñadores, y se aventuraron en las tinieblas con el bolígrafo desenvainado, por la necesidad primitiva de narrar y cantar, de exponerse a voz desnuda.

Haciéndola de abogado del diablo, usa el pretexto del poema largo pa darle voz a los poetas de MiNezota y nos quiere entretener con dialécticas de tres cuadras adelante pa hacernos más deseable la lectura, Sergio, cocinero de palabras.

Hay un reto en el poema largo: mantener el equilibrio, nos dice insistente, antes de dejarnos leer a los poetas.
¡No estamos hablando de una colección de fragmentos! Afirma tajante.
¿No estamos hablando de una colección de fragmentos?
Sí todos somos espejos de otros, fragmentos de historias transeúntes, encuentros y desencuentros, ansias, llegadas absolutas y huidas, la tinta derramada, el registro de la épica, ojos de los ojos, carne de mi carne siempre lejos, dice Héctor Marat en la apertura de los textos, Héctor, que en el apellido lleva la penitencia y muere irremediable a manos de un clavo que sin mediar guillotina es la carne preferida del caníbal llámese Diana o Beatriz o Lucía o perengana, olvidar para escribir.

Daniel García se desborda, hay que subirse al arca de Noé, soltarse la boca en el Día cinco de la loba en el paraíso; Daniel se oxidará al final atravesando con una daga los ojos del insomnio, sus propios ojos de despedida.

Recuerdos herrados a golpes de mazo, a cincel de olvidos, nostalgia de tres cuartos, casi una canción campesina, paso a pasito que no es cuestión de velocidad, sino de resistencia… porque el agua siempre vuelve a madre, terruño y río de nostalgia, Javier Serrato Vargas, nos conduce por el camino diluido del pasado, atropologándose a sí mismo en afanes sediciosos tal vez o en afanes que le arrastran la memoria, quién sabe...solo él y la abuela Catalina.

El frio se estaciona en la ventana, la calle está ahora silenciosa, estamos de regreso, detengo la narrativa y la tomo con mi voz, a Verónica, nos convertimos en eco, otra vez el espejo… Mudo el relámpago parió la desesperanza y fuimos inocentes como caimanes evadiendo el genocidio, estúpidamente lentos nos sentimos de brazos caídos y ya no luchamos… se nos vuelven las manos ríos, nos angostan la garganta, trémula la lengua se desborda, féminamente la palabra se declara como el silencio del relámpago.

Felocráticamente reivindica al pavorreal, decimonónicamente se arranca el plumaje para tejer alfombras como persa y dormir el sueño de los justos en un harem que huele a niña. Alberto Vargas Iturbe llega y se va, sin necesidad de drogas ni cerveza. Se va…

Filadelfo se trasmuta en Caronte, navega por las aguas de la evocación, construye réquiems y mausoleos. Reclama los derechos de abordaje sobre las islas del inframundo y se instala en la geografía de Betty Zohar, recurre al silencio personal, al estilete de la palabra para nombrarla, al último escalón de la memoria, pronunciar su nombre, pronunciar su nombre, pronunciar su nombre, para no olvidarla.

Desde la tierra primigenia, identidad y destierro Jessica Adriana Gómez, escarba en todas las que son, en todas las que la habitan, piensa en la que deja jacarandas arremolinadas sobre su cama, la que teje hormigas, la que se desnuda de palabras, la que camina y se desanda, la de las batallas silenciosas, la que es origen y matriz, mujer y acertijo, maga etérea.

Desde el pretil del cuervo, asomado a la propia putrefacción de los sueños, Ezra Ailec observa y escupe, observa y escupe, grita, se asoma entre las cicatrices, se diluye en la agonía, y después abre los ojos…

Roberto Romero Aguilar declara sin más, que somos lo mismo, un puño de huesos, una calle, un retrato.
Somos historia de los nadie en calles envueltas en delirios, en muecas, en la jeta hecha girones.
Luna de sangre devórame como hiena entre cadáveres…
Moja la mona, no la hagas de pedo… no me estén chingando
.

Sergio GarcíaDíaz emerge y se pregunta, patea una lata calcificada y se detiene, siembra una incertidumbre en el sentido de lo humano, discreto, mesurado nos muestra sus manos de hortelano de palabras, camina por la cuerda floja vista desde las alturas del equilibrista y allá va en busca del otro andamio, sabe de las infamias de los zapatos, percibe los conflictos del clavo entre oprimir y ser golpeado, de la lengua en la garganta, de pájaros invisibles, de bolillos y maletas
Y bueno que he de decirle al maestro Checo, sino que a mí también
me gusta mirar las nalgas de mi vecina

Amar en tercera persona del pluripersonal imperfecto, cada quien que se ponga las zapatillas que mejor le acomoden.
Desamamos a escondidas, esperando ingenuamente que un día él o ella nos lea, decirle en su cara lo lejana que era, lo torpe de su despedida.
Vomitamos las palabras que nos sobran, los sueños que nos indigestan la madrugada, la ausencia, la melancolía,

Y allá vamos andando
por allí
donde suenan las trompetas



Enero 28, 2011
Letrán Valle, DF

lunes, 24 de enero de 2011

De buitres y carroñas


1933-1934, murales en el mercado Abelardo L. Rodríguez
en República de Venezuela, centro histórico, DF
.
…Inocentes como caimanes evadiendo el genocidio,
estúpidamente lentos…

Verónica Núñez Abad





Vomitemos las palabras que nos sobran,
arranquemos las costras inmundas de la indolencia,
defequemos en los sueños mal paridos,
caigamos junto con los buitres sobre los restos blandengues de la sociedad…

Et là-haut, les vautours sont en attente...
En lo alto, están los buitres a la espera


Animal entre los animales,
irracional con conocimiento de causa…

unos y otros nos encontramos apestados
cómplices complacientes hasta la primer ventaja,
después ca´quien por su camino,
a rascarse con las propias uñas,
a morirse de miedo a otro lado.

Escribamos más mentiras insignes para ensalzar las verdades más absurdas,
pongámosle el cepo al chivo expiatorio,
dictemos sentencias de justicia paradójicamente demoledoras e incuestionables,
exoneremos al de las presuntas manos limpias,
al de la corbata de seda y el traje impecable,
porque la verdad nos hará libres;


Refocilémonos en la molicie,
mastiquemos los códigos del horror,
del sacrificio, de la tortura, de la sangre derramada;
porqué lo sabemos bien,
nada humano nos es ajeno.

Instaurada la dictadura del odio,
hagamos oídos sordos,
volteemos la mirada hacia ningún lado,
inventemos eufemismos, palabras cripticas y tecnicismos, pretextos.
Démosle una vuelta más a la tuerca del egoísmo,
cerremos los ojos,
escudemos la cobardía en los mecanismos de defensa que nos venden a la vuelta de la esquina.

Embriaguemos la conciencia,
hagamos el funeral de la constancia
descansemos mórbidamente… que nada, nada tiene importancia…

Henchidos, abotagados, insomnes, parasitados, nerviosos, dopados, pestilentes, recurrentes, dóciles, alarmados, somnolientos, dementes, viejos, cansados, aculturados, inciertos, mustios, pérfidos, indinos, falaces, frágiles, bestiales, inmisericordes, sordos, burdos, indiferentes, cobardes…
¡Hasta la puta madre!

Solacémonos en la espera sentados y gritemos a los cuatro vientos,
impunes, ingenuos, confitados:
¡A mí que no me culpen, que de nada soy culpable!

Hagamos de tripas corazón y a darle vuelo a la hilacha,
que pa morir hemos nacido…

Y una vez moridos,

Llegarán los carroñeros atraídos por la diáspora del espíritu bautizado con ferormonas,
nuestro último aliento de identidad.
El olor de la despedida,
carne eres y en caca te convertirás.

Los cuervos arrancarán con la delicadeza del cirujano,
el brillo de la avaricia, la lascivia,
la cobardía de las cuencas ciegas de la humanidad…
porfiada, gozosamente.

Los buitres se tragarán los apéndices más notorios,
las tripas más podridas,
despacio, sin prisa;
lo sabemos,
la putrefacción es el valor del añejamiento de la vianda,
lo que enrarece el gusto por los sabores más primitivos,
¡Que no es tragar por tragar!
Sino darle libertad
a la quintaesencia de la vida, la Muerte.

Derrumbarán a picotazos la sordera de nuestras paredes,
nos someterán al escrutinio de la disección y el escalpelo,
expuestos los cuerpos a la desnudez más absoluta,
a la inmovilidad feroz de una esquela en la página de sociales,
al anonimato de una estadística,
a las manos con las palmas descubiertas.

Lacerarán sin miedo,
uno a uno los músculos y tendones;
lujuriosos de adrenalina,
devastarán las partes blandas,
saciarán sus oficios
y regurgitarán sin mayor oficiosidad ni reclamo
el alimento para sus crías,
del hombre al hambre,
de la muerte a la vida.

Evocarán la voz del tiempo con sus chillidos,
sus cacareos.
Serán nuestra voz cuando las caretas se derrumben,
Cuando los labios no sean sino el rictus de la ausencia
y en la garganta ya no quepan más recuerdos malheridos,
cuando todos se hayan ido,
cuando no haya más necesidad de compañeros ni testigos,
cuando valgan madre los pretextos
y no nos quede más camino.

Vivir buitre.

viernes, 21 de enero de 2011

Noticias que nadie ve...


Sobre la criminalización del aborto espontáneo por parte de la neo+santa inquisición:
Baja California, Enero 20, 2011. Mujer de 21 años sentenciada a 23 años de cárcel, mientras sicarios sangrientos, políticos corruptos, criminales de cuello blanco y pederastas de sotana deambulan libre e impunemente…


Leemos las noticias y
lloramos desconsolados sobre las ruinas de la humanidad,
desgajados los hombros,
amordazadas las manos,
cubiertas las heridas con esparadrapos y evasivas,
entumida la lengua,
cristalizada la garganta,
extraviada la fe en los albañales,
angustiados los pies de tanta huída,
doliente la mirada,
escabullendo los remordimientos,
cerrados los ojos para no sentir,
víctimas cíclicas de la propia inercia y la inacción
miramos de lejos y abrigados en la comodidad del couch de la sala
el juicio sumario y el castigo inmisericorde sobre el cuerpo de las otras…

y seguimos callados…

Enero 20, 2011
Pueblo de Tlalpan

miércoles, 19 de enero de 2011

bits

ahora vives pegado a la maquina?

tienes líneas de chip en los dedos?

insertas tu índice en un puerto usb?

cuando te duermas sueñas bites?

cuando roncas usas el ecualizador integrado?

al despertar abres una ventana de diálogo?

Welcome...

jueves, 13 de enero de 2011

dado el caso...


Dn LM, ínclito vecino de la Castañeda, jome de tudos nostros...
1934



Estimado L

No escribo más a menudo por no decir muchas pendejadas.
Hoy te escribo porque es domingo y no tengo otra cosa que hacer aparte de escribir mi crónica semanal:
NOTICIAS del MUNDO que nos toco habitar.
Pero también porque ando escribiendo una obra de teatro inspirada en …

…Cuando la tenga más en forma, si te late te la mando...

Objetos de esta misiva:

PRIMERO:
No sé si ya te avisaron que ya entramos al 2011 con el principal objetivo de dejar la zona de desastre del 2010...


Signore B,

En primeras un abrazo, que de fiestas y distancias ambos sabemos más de dieciocho cosas, ninguna de ellas importante y mucho menos flatulenta,
de tan sencillitas ellas.
Yo no sé si es cuestión de menudencias o frecuencias calendáricas el tiempo que le toma a uno el escribir o decir pendejadas,

sin embargo en el mundo del revés,
los periódicos no son una mala pasada,
las gaviotas se cagotean sobre un sujeto sin despertar una marejada
y uno puede expresarse sin temor al ñor de las tijeras.

El caso es, que en el caso de que efectivamente se dé el caso,

yo le diera una lectura a su texto suyo de usted,
porque como dicen que dijo,
que dado el caso de que enviara usted el texto,
yo pudiera leer efectivamente el texto suyo de usted
y saber indudablemente de qué se trata este caso.
De otra manera, no tendría caso opinar
sin conocer el texto suyo de usted.
Y mire, neto que lo digo por si acaso.
Mientras tanto, como ya es muy de madrugada y mi celda me reclama,

le manda un abrazo, este amigo suyo de usted!

domingo, 9 de enero de 2011

Correspondencia Siliciana

Portada y composición textúrica César Cortés
Viñetas Lando Micco
2010



Antes de dejar Silicia, podríamos bebernos unas birras a la salud de los abandonados,
Olvidar las lágrimas en las fracturas de las paredes
Y llegar a la siguiente posta como si nada hubiese pasado.
Quienes pregunten ¿Por qué? Serán desechados cual servilletas de papel
En las que no se escribirán más historias…

Un gran abrazo maese!!!



Esa voz me agrada! Ya está;
habrá que ponerle día y lugar a la relatoría de los hechos silicianos;
balbuceos fúricos en medio de viandas y sustancias;
husmeo en la ingravidez y alegría del escape frente a la contrición en el disimulo
y el sosiego de lo permanente…

Un abrazo también!