sábado, 15 de agosto de 2009

Para las que tienen alas






También somos las que no vemos



La lluvia escampa
y la noche amanece...

y desde ahí desde la humanidad que todos somos
surge una voz que se resiste cansada de resistir...
y levanta la voz
sustantiva
engendra
él, ella, los, las que somos
voz comuna,
voz palabra,
voz nombre
voz mujer
para resistirse en el nombre de todos
a los hombres con piel de cordero,
a las mujeres consigna de cuerpo materno
a la boca del lobo que se esconde tras el miedo.

La resistencia surge de los confines más humanos,
del hartazgo mismo de resistir inexistentes,
anónimas,
paradigmas funcionales de un sistema sexista
que se sirve de nosotros como carne de cañón.

Los murmullos de la humanidad trémula,
los cuerpos sometidos por el pecado original,
el miedo, las costumbres,
los hábitos, las sotanas
Emergen
se hacen voz en la garganta.
Casi silenciosas al principio,
Casi dichas en voz baja.

A veces da miedo pensar…
Hablar tiene una aparente desventaja.

Hablar desnuda, delata.

Muchas veces,
las voces se oyen calladas tras las puertas,
casi oscuras,
angustiadas,
dichas al oído de la madre, la amiga, la hermana, una vecina de confianza.

El silencio tiene un costo,
un hálito teñido de rojo dolor.

¡Y no más! ¡Basta!
¡Levantamos la voz!

Y desde ahí desde la humanidad que todas somos
surge un mar de voces que se resisten

cansadas de resistir...








La No poesía en la


Casa Mota, Querétaro.


Sobre la autonomía reproductiva de la mujer
Sesión de puntos constitucionales
Congreso del Estado
Agosto 13, 2009

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