jueves, 22 de octubre de 2009

Mi locura

Monstralidad. Miguel Matas, 2007



La locura que yo habito no se encierra en ese cuarto vacío de paredes blanquísimas que todos presumen se encuentra tras los altos muros de piedra en la orilla más lejana de la ciudad.

Mi locura explota en los ojos,
surge magma de los vértices más profundos del corazón,
persigue,
busca,
denuncia,
alcanza.

Mi locura es un torbellino y se enreda en laberintos,
unas veces hormiga, otras escarabajo,
mi locura a veces no entiende un carajo,
de lo que pasa adelante, atrás, arriba o abajo,
pero no importa,
siempre sueña que sueña sin dormir-se.

Mi locura grita, manotea, se agita, mariposa, tsunami, danza.

Mi locura no tiene vergüenza y llora cuando tiene que llorar,
no se lame las heridas ni se lamenta,
no cree en la venganza,
no guarda rencores, olvida, se levanta y canta.

Mi locura es enemiga del canto de la cigarra,
del paso cansino,
del trote que cansa.

¡Quien crea que tengo que acallarla o someterla, se equivoca!

Mi locura casi siempre está de fiesta,
¡Sé que a nadie le importa!…
¡A mí tampoco!

Mi locura no huye ni se anda por las ramas,
no finge demencia,
no da pasos de lado como los cangrejos,
no se escandaliza ni se espanta,
mi locura no dura tres cuartos de hora,
ni tiene fecha de caducidad.

Mi locura se rebela frente a la violencia
y contra los hombres que dicen “no fuimos nosotros, fueron los otros”,
contra el que tira la piedra y esconde la mano,
contra el disparo,
la navaja,
el engaño,
el golpe bajo.

Mi locura llora por las que ya no pueden hablar,
por las muertas de Juárez,
de Montevideo, de Madrid, de Río, de Cuernavaca, de Guanajuato
de ciudad Neza y Aztcapotzalco,
por lo que no hice por ellas, por lo que me duelen las que se fueron
¡Por las que siguen matando!

Mi locura protesta contra los comunistas de papel y los izquierdistas de fantasía,
contra los conservadores doble cara que se desgarran las vestiduras,
contra los legisladores de palabra falsa, vana,
contra los profesionistas de la salud que avasallan so pretexto de la objeción de conciencia,
contra los periodistas que mienten, adulteran la noticia o simplemente callan,
contra los políticos que se venden por treinta monedas y cambian de camiseta,
contra los burócratas enquistados que retardan cualquier procedimiento,
contra los bancos y sus intereses crueles y despiadados,
contra el alza de precios,

los impuestos abusivos,
el hambre,
el capitalismo salvaje
y el socialismo dictatorial y estatizado,
contra el poder purpurado perfectamente catalizado,
contra los que abusan de los niños,
los desalmados,
contra la violación étnica y sexista,
contra la vejación, el secuestro y el sometimiento del estado,
contra la injusticia cabalmente institucionalizada,
contra la burla, la hipocresía y la indiferencia,
contra el que inventa, el que engaña, el que mata.
¡Mi locura protesta!…

Mi locura vive alejada de las mujeres mentira,
de los hombres cansados, tristes, del desaliento,
de las caras mustias,
del silencio,
del amor caducifolio,
de las cartas vendidas,
de los barcos abandonados
y de las criptas absolutamente vacías.

Mi locura es un cordero que se disfraza de lobo para no tener miedo,
Y de Drácula para no morirse de viejo.

Mi locura es el vórtice donde gira un quinto de luna que promete ser amarilla
o roja
o eterna
o redonda
o simplemente suya.

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